Existen países espectaculares, unos por su exuberante naturaleza, otros por su lugar en la historia, unos por su orografía y otros, en cambio, por su cultura intacta quizás durante siglos, pero sólo en algunos puntos del planeta, cuando cruzas la frontera que separa a un país de su vecino, las diferencias se acentúan hasta puntos increíbles y es entonces cuando el viajero, amante de lo diferente, se transporta al misticismo de lo desconocido, pues un mundo nuevo se abre ante él dispuesto a ser descubierto.
Viajeros…¡Bienvenidos a Marruecos!