Cruzando Fronteras – Argentina – Paraguay y Bolivia (2017)
3.600 km de América. Comenzar una aventura es pura emoción y adrenalina. La nuestra comenzó en Buenos Aires, desde el coqueto barrio de Palermo. La ciudad de la furia con sus grandes avenidas, sus millones de personas que van y vienen… ¡»chabón»!
Desde allí le tomamos el pulso a parte de América en 3.600 km de recorrido. Poco a poco el viaje despunta sus personajes: Julia nos recibe en su casa, asado para los viajeros, vienen sus amigos a conocernos, es fiesta en la casa de la abogada con rastas qué está comprometida con el trabajo social. Vaya sorpresa cuando el «canillita» del pueblo de Villa Constitución me dice: – «aahhh Julia, si ya la conozco». Pero mayor sorpresa cuando en la recepción del Hostel me dicen lo mismo: -“ahhh Julia la abogada, una grosa». Por allí, en un bus, aparece otro personaje regalo del viaje, el Arquitecto, que nos cruza a Encarnación.
Otro panorama el de Puerto Iguazú, una ciudad de turismo y viajeros donde las Cataratas majestuosas me recuerdan que son una de las 7 maravillas naturales del mundo. Asunción, con anfitriones de lujo Santi y Patty. El primer ferrocarril de América y su recuerdo doloroso de la guerra del Chaco. Pero amigos ¿aventura dije? Subirse al bus Transchaco… 24 hs sobre ruedas en el verdadero transporte del pueblo, cuántas verdades e incredulidades, indios Ayoreos nos invaden a las 2:30 AM con su cultura, su religión y sus cantos de agradecimiento. 24 horas después llegamos a Santa Cruz, Bolivia con su hermosa arquitectura colonial. Su plaza principal a la noche se viste de gala, el paseo de la conquista amorosa, del ajedrez de la medianoche, sus vendedores de café…Pues bien, a Samaipata, un hermoso pueblo tranquilo, un Hostel familiar de unos desayunos energéticos y sabor tropical.
Pongámonos serios que la historia reciente aparece, la Ruta del Ché, contada y recorrida por sus verdaderos lugares, montañas, quebradas, hotel, hospital… ¡¡¡Potosí, Potosí!!! Es el pregonero de los vendedores de pasajes. Allá fuimos, a conocer la historia de la plata. Entrar a una mina esquivando carretillas cargadas es una cuestión pintoresca, pero amigos la dinamita te hace vibrar el pecho y…. las piernas.
Bolivia, país de enormes montañas, diferentes realidades, todo se negocia, todo se regatea hasta que en un Mercado Central te ponen un freno «gringito», 15 $ Bolivianos por un desayuno…La Paz, contra el techo del mundo, hace que tú respiración sea un verdadero contacto con tu interior. Sus teleféricos contrastan con sus ferias y su tránsito, en la perfecta armonía del caos. 3.600 km después no soy el mismo, ya están internalizadas las traffic, los trufis, los bondis, los subtes, las reservas, la planificación…y la emoción de sorprenderme con lo que un viaje hace en la personalidad del viajero.
El mapa de América está dentro de mi mente, y sus paisajes y sus gentes en mi corazón.