Isotipo_color

Hola viajero.
Enseñar a viajar…
¿suena raro, no?, ¡te lo explicamos!

Cuadriculando el tiempo

Nuestra sociedad occidental nos empuja insistentemente a aprovechar el tiempo, y para ello, con una educación centrada fundamentalmente en nuestros aspectos racionales, (tendentes a la estructuración y a la planificación), hemos ido desarrollando vidas cada vez más cuadriculadas, dónde en muchas ocasiones, parece que participásemos en una carrera diaria persiguiendo al propio tiempo.

Hemos entendido que la cantidad de actividades que realizamos en nuestro día a día, es directamente proporcional a nuestra capacidad de aprovechar el tiempo. Y nuestra experiencia como viajeros, nos ha enseñado que, más que con la cantidad de actividades que llevamos a cabo, aprovecharlo tiene que ver con la calidad de como lo vivimos.

Esta relación con el tiempo, establecida desde la infancia, implica en el desarrollo de la persona un sinfín de consecuencias, desde su percepción en la perspectiva más metafísica, al aumento de la necesidad de control en nuestra realidad más cotidiana.

Abrazamos cuanto podemos prever y renegamos de los imprevistos, denostando cada vez más nuestra capacidad de cambio y adaptación a aquello que no está planificado que suceda. Hemos desarrollado una gran capacidad para organizar y cuadricular nuestro tiempo, pero cada vez menos para salir y movernos fuera de lo que no está planificado.

<< Hemos desarrollado una gran capacidad para organizar y cuadricular nuestro tiempo, pero cada vez menos para salir y movernos fuera de lo que no está planificado >>

Además, la velocidad a la que vivimos y el hecho de no haber potenciado aspectos irracionales como la curiosidad, la intuición, las emociones, la creatividad, la imaginación, etc., ha limitado nuestra capacidad de percepción y comprensión de nosotros mismos y de nuestro entorno. Somos capaces de organizar los cambios que queremos hacer, pero cada vez es más difícil sentir que cambios son los que queremos realizar.

<< Somos capaces de organizar los cambios que queremos hacer, pero cada vez es más difícil sentir que cambios son los que queremos realizar >>

1_vientos-de-cambio
2_vientos-de-cambio

<< Nuestra propuesta es que redescubras la magia que reside tras la palabra VIAJE >>

<< Que viajes no sólo para desconectar, sino fundamentalmente para conectar >>

Proyectando esta estructura al viaje.
¿Qué hacemos cuando viajamos?

Uno de los motivos por los que la palabra viaje nos suena tan evocadora y nos mueve tanto por dentro, además de por el inherente descubrimiento de nuevas realidades y el crecimiento personal que esto conlleva, es debido a que viajar nos permite abandonar nuestras estructuras temporales, es entonces cuando utilizamos frases como “hacer una escapada” o “perdernos para desconectar”.

Pero la realidad más extendida cuando nos vamos de viaje a lugares con diferentes culturas, es que cuadriculamos de nuevo nuestro viaje, planificando lo que vamos a hacer cada día, en que ciudad vamos a estar en tal o cual fecha, dónde vamos a dormir, etc…, y lo hacemos muchas veces en base a lo que otros entienden que es interesante, no a la necesidad de descubrimiento que, sin posibilidad de planificación, nos va surgiendo a medida que el viaje avanza.

 

<< cuadriculamos de nuevo nuestro viaje, planificando lo que vamos a hacer cada día, dónde vamos a dormir… >>

Muchos son los factores que nos conducen a cuadricular el viaje, pero como viajeros creemos que esta forma de actuar responde por un lado a la necesidad que tengamos de planificar nuestro tiempo, y por otro al paralelismo que establecemos entre la información que tenemos del lugar al que queremos viajar (generalmente muy distorsionada por los medios de comunicación) y nuestra necesidad de seguridad y de control.

Con poco espacio dentro de nuestra estructura temporal diaria para investigar aquello que no sucede dentro de ella, y la calidad de la información que recibimos, imaginamos que viajar a países lejanos entraña grandes peligros, y por tanto la solución que tenemos a nuestro alcance para hacer el viaje más seguro, es hacerlo en un circuito cerrado, atado y planificado de antemano por otros. De esa forma, además, “aprovecharemos mejor el tiempo y podemos ver muchas más cosas…”

Nuestro Rumbo.

Nuestra propuesta es que redescubras la magia que reside tras la palabra VIAJE. Que viajes con nosotros no sólo para desconectar, sino fundamentalmente para conectar.

Nos gustaría que disfrutes de la sensación de salirse por unos días del camino marcado y que experimentes, en base a tus intereses y curiosidad, la increíble aventura de dejarse viajar.

Te proponemos redescubrir tus capacidades personales y sorprenderte a ti mismo al verte haciendo el viaje con el que siempre soñaste. Y para ello, os acompañamos antes, durante y después del mismo, sugiriéndoos, sin condicionaros demasiado, una serie de actividades cuyo objetivo fundamental es divertirnos, potenciar nuestros sentidos y compartir la experiencia con otros viajeros.

De esta forma aumentamos nuestras sensaciones, y con ello, nuestra capacidad de asombro y percepción del increíble escenario en que se desarrolla nuestra aventura.

Además, queremos acompañarte en el descubrimiento de que muchas veces, lo único que necesitamos para poder entender mejor nuestras claves personales y tener la capacidad de adaptarnos a nuestros propios cambios, es el tiempo y el espacio necesarios para poder escucharnos. Y para esto no se nos ocurre nada mejor que un VIAJE.

¿Te animas?