Muchos son los factores que condicionan un viaje, tanto a nivel interno como externo, pero si alguno de ellos lo hace de sobre manera, es sin duda el tiempo. Este encasilla el viaje, lo somete a una estructura que impide realmente poder disfrutar de la sensación de viajar en libertad, de aprender a no pensar en lo que vendrá después, ni en los días que te restan de hacer lo que realmente quieres hacer.
Sin el tiempo como factor determinante, el viaje te enseña quien eres, pues lo que vives responde a lo que buscas, aunque ni si quiera sepas que es.
Esto nos ayuda a entendernos y a escucharnos mejor, a esclarecer nuestro camino y en consecuencia, a descubrir qué es lo que realmente queremos hacer más allá de las excusas, a formular desde otro plano las enquistadas dudas personales que siguen ahí y qué lo único que necesitan para resolverse es eso, cambiar de escenario y obtener una perspectiva diferente desde la que observarlas.
Desde la Escuela para Viajeros – Vientos de Cambio, os queremos dar la mano para iniciar un viaje, uno con mayúsculas, nos gustaría ayudarte a vencer las barreras que muchas veces, desde nuestra imaginación, construimos y que nos impiden vivir la increíble experiencia de descubrirse a uno mismo viajando en libertad.