Entendemos que un viaje es ante todo una experiencia transformadora, una experiencia en la que deleitarte con la majestuosidad de los increíbles paisajes y con la riqueza de las nuevas culturas… pero también, una forma divertida de ampliar tus conocimientos, potenciar tus sentidos, vencer tus miedos y sorprenderte de tus capacidades, independientemente de los años que tengas.
Desde nuestra perspectiva, para viajar, en toda la profundidad del término, es imprescindible dejar espacio a la persona, a sus curiosidades, sus inquietudes, sus intereses y sus tiempos.
Muchos utilizan las vacaciones para “desconectar y cargar las pilas”, nuestra propuesta es viajar para conectar, tanto con uno mismo y con las personas que nos acompañan, como con los increíbles lugares que nos encontremos. En la Escuela pensamos que la mejor forma de cargar las pilas no es sólo la evasión sino, fundamentalmente, el descubrimiento de nuevas realidades, la vivencia de nuevas experiencias y el crecimiento personal que ello conlleva.
También hay personas que llegan a la jubilación o a los años previos a ésta, con la energía, las ganas y la ilusión de seguir viajando a otros países, pero que al proyectar sus viajes, se encuentran con alternativas sometidas a horarios, tiempos y programaciones que nada entienden de sus ritmos personales, de su independencia o de sus gustos.